El olfato es uno de nuestros sentidos pero a pesar de
ello no llaman nuestra atención. Los olores pueden transportarte a la infancia,
traerte al presente momentos y personas, y vivir en un constante recuerdo. Toda
esta magia simbólica se acaba cuando te sacas de tu bolsa de deporte tus
patines y tus protecciones, y este momento se vuelve vomitivo cuando se juntan
los diversos olores de las protecciones de tus compañeros de equipo. Pero sin
el olor a “pis de gato” no hay Roller Derby.
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